En una operación histórica, la Dirección General de Armamento (DGA) del Ministerio de Seguridad Pública eliminó 2 millones de municiones de distintos calibres.
La eliminación se efectuó en hornos especiales de incineración, las cuales fueron decomisadas a lo largo de 12 años y que permanecía resguardada y custodiada en las bodegas de la Dirección General.
Junto con las municiones se encontraba munición de salva en mal estado y/o vencida.
Para la destrucción de esta munición se trabajó con el Programa PACAM de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unidad Especializada de Intervención (UEI) del Ministerio de Presidencia, la Academia Nacional de Policía, la Dirección de Planes y Operaciones de la Fuerza Pública y el Benemérito Cuerpo de Bomberos.