En una serie de crímenes desgarradores, tres mujeres costarricenses fueron asesinadas por sus parejas en un lapso de menos de 24 horas, lo que ha generado consternación y una reflexión urgente sobre la violencia de género en el país. Estos hechos de violencia se suman a la creciente preocupación de las autoridades y la sociedad en general sobre la situación de las mujeres en Costa Rica.
Primera víctima:
En San Rafael de Heredia, otro crimen conmocionó al país. Un hombre conocido como “Balacera” atacó a su pareja con un arma blanca, propinándole una herida en el cuello. El agresor fue capturado poco después y se encuentra bajo custodia. Este ataque resalta el nivel de violencia que aún persiste en muchas relaciones en Costa Rica, especialmente en contextos de abuso.
Segundo caso: Sandra Oporta
Pocas horas después una segunda víctima es reportada; el caso ocurrió en Pocosol de San Carlos, donde Sandra Oporta, una joven de 20 años y madre de una niña de 3 años, fue brutalmente asfixiada por su pareja. El agresor se entregó a las autoridades y confesó el crimen, lo que permitió que la policía realizara la detención de inmediato.
Tercer caso: Miriam Fernández
El tercer lamentable caso ocurrió en Cahuita de Talamanca, donde Miriam Fernández, de 32 años y madre de dos niños, fue hallada muerta en su hogar. Su pareja fue detenido poco después de ser identificado como el presunto agresor. Las autoridades habían catalogado a Miriam como una víctima de “alto riesgo de femicidio”, lo que subraya la necesidad de una intervención más eficaz para proteger a las mujeres que enfrentan situaciones de violencia.
Un llamado a la sociedad
Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), expresó su preocupación por la situación a través de sus redes sociales.
Esto debe generar una reacción como sociedad”.
Las autoridades han instado a la población a tomar conciencia de la gravedad del problema y a trabajar juntos para erradicar la violencia de género, que sigue siendo una de las principales amenazas para las mujeres en el país.
Estos tres femicidios representan solo una pequeña fracción de los casos que enfrentan las mujeres costarricenses cada año, y es urgente un cambio cultural y estructural que permita la prevención de este tipo de violencia.
Fotos cortesía / con fines ilustrativos