Óscar Arias, expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, ya no podrá ingresar a Estados Unidos. La administración de Donald Trump le retiró su visa el pasado 1 de abril, poco después de que Arias lanzara fuertes críticas contra el republicano y la política exterior de Washington.
En febrero, Arias acusó al gobierno de Rodrigo Chaves de actuar con "obediencia" ante Estados Unidos, afirmando que Costa Rica no debería comportarse como una "república bananera". También aseguró que EE.UU. “es una nación en búsqueda de un enemigo” y cuestionó la postura del país norteamericano frente a China.
Pero la gota que pudo haber colmado el vaso llegó el 28 de febrero, cuando Arias publicó en su Facebook que Trump y su vicepresidente usaron un tono "intimidador y humillante" al dirigirse al presidente ucraniano Volodímir Zelenski. "Estuvo ausente la diplomacia", sentenció el exmandatario costarricense.
Hoy, su visa ha sido revocada. La pregunta está en el aire: ¿es una simple coincidencia o un castigo político por sus declaraciones?
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