Un privado de Libertad de la cárcel de Liberia de apellidos Guillén Espinoza fue trasladado al servicio de emergencias del hospital local, custodiado por los agentes de la Policía Penitenciaria.
Durante su estadía en el centro médico, Guillén solicitó ir al baño. Antes de que ingresara, el agente policial procedió a revisar el sanitario y observó un objeto cubierto con papel en el basurero. Al inspeccionarlo, se trataba de un envoltorio cilíndrico envuelto en cinta adhesiva negra. Se trataba de múltiples empaques que contenían aparente marihuana y cocaína, con un peso aproximado de 253.30 gramos.
Este incidente describe las estrategias utilizadas por algunos privados de libertad para introducir drogas en los centros penitenciarios, aprovechando traslados a centros médicos para intentar ingresar sustancias ilícitas, pero resalta la pericia de la Policía Penitenciaria en su combate diario contra el crimen.
Además, en este mismo centro penal, se le decomisó a otro privado de apellido Villalobos Torres un paquete con 135.25 gramos de marihuana.
En la Reforma, la Policía Penitenciaria detectó que un visitante de apellido Soto mantenía una actitud sospechosa durante la visita general, situación por la cual fue llevado a revisión corporal. El protocolo permitió detectar prensado en su pantalón un envoltorio de tape negro en forma cilíndrica con picadura de aparente marihuana para un peso total aproximado de 150,20 gramos.
En el mismo centro, al privado de libertad de apellido Carballo Salazar se le decomisó 161.7 gramos de marihuana y 54.1 gramos de cocaína, luego de que recibiera visita íntima, mientras que a otro de apellido Gaitán se le decomisaron 27.75 gramos de picadura de marihuana.
En la cárcel de Pococí, la Policía Penitenciaria intervino oportunamente en un problema de convivencia entre privados de libertad y decomisó dos armas blancas y 20 litros de chicha. Uno de los involucrados requirió ser atendido por el área médica de este centro penal.
Así mismo, le fue decomisada droga a dos visitantes, una de apellido Castillo Villalta que traía dentro de su cuerpo 78.55 gramos de marihuana y a la visitante Durán Castro se le decomisó 117.35 gramos de marihuana que llevaba de la misma manera.
También, en la cárcel de Alajuela conocida como Gerardo Rodríguez, fueron abordados visitantes con ilícitos. Uno de ellos de apellido Rivera Sánchez llevaba dos envoltorios con marihuana con un peso de 8.20 gramos y otra persona de apellidos Quirós Loaiza llevaba un paquete con marihuana y cocaína para un peso de 23. 40 gramos.
Además, en la cárcel de Limón, los oficiales penitenciarios le decomisaron a una visitante de apellidos Mora Coto un paquete que contenía 84.5 gramos de picadura de marihuana.
Otro decomiso se logró en la cárcel de Puntarenas, cuando al realizar la revisión corporal al privado de libertad Sosa Sequeira y quien limpiaba una de las áreas de baja contención, se le encontró un envoltorio con 217.55 gramos de cocaína.
En el Centro de Formación Juvenil Zurquí, la Policía Penitenciaria decomisó droga a la visitante Jiménez Valerio, tras una revisión corporal. La persona llevaba la sustancia en una bolsa del abrigo que resultó ser marihuana con un peso de 4.5 gramos.
En la cárcel de mujeres, la Policía Penitenciaria decomisó 2.25 gramos de marihuana, 0.05 gramos de cocaína y 1.325 colones en efectivo.
En la cárcel de Pérez Zeledón, la Policía Penitenciaria decomisó nueve armas blancas, 34 envoltorios en papel Bond con aparente droga marihuana, seis pipas y un reloj inteligente que portaba una visitante.
En la cárcel de San Sebastián, la Policía Penitenciaria decomisó una dosis de aparente cocaína con un peso de 1.2 gramos, marihuana con un peso de 14.8 gramos, armas blancas, pipas y un cable de USB.
En la cárcel conocida como Terrazas, los agentes penitenciarios decomisaron 121 envoltorios de marihuana, 4 aretes de oro, 10 gramos de cocaína, 3 teléfonos celulares, 4 chip para celular, un manos libres, 5 armas blancas; además se halló en el área de visita general un envoltorio que contenía 2 adaptadores y dos cables USB.