Con la aprobación de esta ley, la Cruz Roja fortalece su estatus como auxiliar de los poderes públicos en el ámbito humanitario y asegura su colaboración con el Estado, entidades autónomas y organismos internacionales en momentos de desastres, disturbios internos, conflictos armados, y situaciones de emergencia. Además, la ley reconoce su pertenencia al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, reafirmando el papel fundamental que la institución juega en el país.
Este marco también incluye las condiciones y garantías necesarias para que la Cruz Roja pueda desarrollar su misión humanitaria en diversos contextos, promoviendo la paz y la cooperación entre la ciudadanía costarricense y otras entidades de carácter nacional e internacional.
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