En uno de sus arranques más inesperados, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a sacudir las redes sociales tras compartir una imagen suya caracterizado como el papa, creada con inteligencia artificial (IA). La publicación fue acompañada por una afirmación que ha dejado a más de uno con la boca abierta: “Me gustaría ser papa”.
Aunque el comentario se emitió en tono de broma, generó un fuerte revuelo entre sus seguidores y medios internacionales. Como si no fuera suficiente, la Casa Blanca también replicó la polémica imagen, desatando aún más conversación en plataformas como X (antes Twitter) y Facebook.
Trump, fiel a su estilo provocador, comentó durante una entrevista que su primera opción para reemplazar al recientemente fallecido papa Francisco sería, nada más y nada menos, que él mismo. Eso sí, también mencionó al cardenal de Nueva York como una figura “muy buena” que debería ser considerada en el cónclave.
Aunque no hay señales de que el Vaticano esté prestando atención a estas ocurrencias, lo cierto es que el tema ha puesto nuevamente a Trump en el centro del debate global, mezclando religión, política y tecnología en una mezcla explosiva.
En medio de una búsqueda espiritual genuina por parte de la Iglesia Católica, este tipo de comentarios no pasan desapercibidos, y aunque parecen una simple broma para muchos, para otros podrían tener tintes de estrategia mediática y de posicionamiento.
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