Don José Alberto Coto Picado y su hijo José Alberto son agricultores de espíritu emprendedor. Durante sus primeros años en la agricultura cultivaron vainica, chile, zucchini, pepino y tomate.
Hace seis años, estos productores cartagineses dieron un paso decisivo al adquirir una finca de 17 hectáreas en Tapantí, Orosí, y fundaron Hortícola Tapantí para continuar con el cultivo de pepino y tomate, productos que comercializaban con diferentes compradores, así como en el Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (CENADA). A pesar de ello, sus ventas no generaban la rentabilidad esperada.
“Inicié en la agricultura junto a mis hijos, trabajando primero en el mercado nacional. Aunque al inicio no nos iba mal, con el tiempo los intermediarios comenzaron a atrasarnos los pagos e incluso algunos quedaron debiéndonos”, relató Coto.
Hace apenas diez meses, el emprendimiento dio un giro significativo. Tras entablar conversaciones con representantes de Walmart, se abrió una nueva oportunidad que redefinió su rumbo y los impulsó hacia una etapa de mayor estabilidad y crecimiento. Se convirtieron en proveedores y asumieron el compromiso de entregar la totalidad de su producción de pepino y tomate.
Actualmente mantienen una sólida relación comercial con la compañía. Iniciaron con un plan de siembra de 5.000 plantas de pepino al mes, el cual ha crecido hasta 17.000 plantas mensuales, además de la entrega de 180 cajas de tomate de 12 kilos, tres veces por semana, lo que representa aproximadamente 26.000 kilos al mes.
Al formar parte del programa Tierra Fértil de Walmart, estos agricultores reciben pronto pago en un plazo de siete días, además de asesorías y capacitaciones que fortalecen sus conocimientos, optimizan la eficiencia de los cultivos y les permiten mantener altos estándares de calidad.
“Comenzar la relación con Walmart ha sido muy favorable. A diferencia del mercado nacional, donde los precios cambian constantemente y en ocasiones ni reciben el producto, con Walmart hemos encontrado estabilidad, ingresos más seguros y un acompañamiento que nos permite crecer. Además, nos han brindado apoyo en prácticas agrícolas, como la implementación de biodigestato, que mejora el suelo y eleva la calidad de los cultivos”, aseguró José Alberto Coto.
La finca se distingue por la aplicación de buenas prácticas agrícolas en cada etapa de la producción. Mantienen un manejo responsable del suelo mediante la rotación de cultivos, la incorporación de materia orgánica y el uso de microorganismos benéficos. Para el control de plagas y enfermedades, implementan estrategias que reducen la dependencia de productos químicos, como plaguicidas botánicos, feromonas y trampas cromáticas, junto con una rotación rigurosa de moléculas autorizadas.
“Desde Tierra Fértil brindamos acompañamiento y asesoría integral para que los productores trabajen de forma sostenible y rentable. Realizamos visitas regulares y ofrecemos capacitaciones técnicas y financieras que abarcan todo el ciclo productivo, desde la siembra hasta la poscosecha”, explicó Katherine Jiménez, del programa de apoyo a pymes.



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